Abastecimiento comunal por bombeo sin tratamiento

El sistema de abastecimiento comunal por bombeo sin tratamiento es un conjunto de estructuras que llevan agua del subsuelo hasta las viviendas, pasando a través de una red de conexiones. Se requiere un sistema de bombeo mecanizado que extraiga e impulse el agua desde el subsuelo hacia un reservorio para, posteriormente, ser distribuida a las viviendas. Debido a que son fuentes de agua subterránea, tienden a tener buena calidad y no suelen requerir de un tratamiento previo a su abastecimiento; sin embargo, según el tipo de subsuelo y a la práctica de actividades inadecuadas (vertidos industriales, aguas negras no tratadas, etc.), se pueden variar las características físicas y químicas del agua, por lo que se recomienda realizar un análisis de calidad (BARRIOS et al. 2009). En caso de que se descubra que la calidad del agua no es apta para el consumo humano, se debe implementar un sistema de abastecimiento comunical por bombeo, con tratamiento.

La captación se realiza con pozos tanto excavados como perforados. Es importante que estos tengan un correcto funcionamiento, es decir, capacidad de suministro de agua en cantidad suficiente, continua y de calidad segura, sin importar la época del año; para ello es necesario tener en cuenta varios factores técnicos de diseño y construcción de estos (OPS 2003). Para la estación de bombeo, hay que considerar que los factores técnicos de electricidad, hidráulica, entorno y tamaño de población estén adaptados a las necesidades de la localidad tanto en el diseño como en la instalación y operación del sistema (OPS 2005b). Adicionalmente, se debe capacitar a los miembros de la comunidad para la operación y mantenimiento, fortaleciendo la gestión del agua nivel local. El sistema de bombeo impulsa el agua a través de una línea de conducción que lleva el agua desde la captación (pozo) hasta el tanque de almacenamiento o reservorio; este último, es un depósito que sirve para almacenar y gestionar el agua que se distribuye a la comunidad (TIXE 2004). Por lo general, se utiliza un reservorio elevado, cuya capacidad de almacenaje debe ser diseñada y construida en función del volumen requerido y así garantizar la disponibilidad continúa a la población actual y tomando en consideración el futuro crecimiento de ésta (OPS 2005c). La red de distribución comunitaria consiste en un conjunto de tuberías, accesorios y estructuras que conducen el agua hasta las tomas en el hogar o tomas públicas. Al igual que en los componentes anteriores, se debe considerar tanto los factores técnicos, como las características y necesidades de la comunidad (TIXE 2004). Una vez que el agua llega a la vivienda se deben adoptar ciertas acciones para su tratamiento y almacenamiento seguro, con el fin de mejorar la calidad del agua a través de diferentes procesos físicos o químicos, tales como cloración, ebullición, filtración, etc. y mantenerla apta para consumo humano (OPS 2005a).

La organización comunitaria y capacidad local es necesaria para la operación y mantenimiento del sistema, buscando el funcionamiento eficiente, adecuado y continúo del sistema de agua. Para ello se debe contar con las herramientas, materiales y manuales de operación y mantenimiento, así como la capacitación técnica, para así realizar los trabajos necesarios para su correcto funcionamiento (ROJAS 2002).

En general, a pesar de no existir un inventario nacional del tipo de sistemas de abastecimiento de agua que existen en las comunidades rurales de Latinoamérica, en la observación directa de organismos como por ejemplo el del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua y asociaciones civiles, como SARAR, se identifica que éste es el sistema más frecuente en las zonas rurales de países de la región, como es el caso de México. Una de sus principales ventajas es que suele proporcionar agua segura a la población, ya que la fuente son aguas subterráneas, aunque siempre es necesario realizar un análisis previo de la calidad de agua. Sin embargo, es muy común encontrar instalaciones que no están en funcionamiento, principalmente por la falta de mantenimiento o substitución de los equipos de bombeo, o bien por la falta de recursos económicos para el pago de la energía eléctrica. Esta situación se debe principalmente a dos causas: la falta de capacitación adecuada para la operación y mantenimiento de este sistema y la baja apropiación de la localidad para el manejo comunitario del agua. Estos factores ocasionan fallas y costos elevados, que provocan muchas dificultades en la operación de estos sistemas a nivel local. Existen ejemplos de comunidades con capacidades y recursos que han buscado soluciones prácticas para subsanar las deficiencias en estos sistemas, tal es el caso de las 16 comunidades zapotecas de los Valles Centrales de Oaxaca que integran la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y Defensa del Agua (COPUDA), las cuales, a través de esta organización, han gestionado la construcción de obras adecuadas y la sectorización del suministro del agua, logrando disminuir las tarifas en el consumo de energía y garantizando la disponibilidad de agua (SANTIAGO 2011).

Debido a los altos costos de inversión y operación y mantenimiento, este sistema se recomienda en poblados con capacidades sociales y recursos, como es el caso de comunidades con disposición de agua suficiente por presencia de aguas subterráneas fácilmente accesibles, o comunidades donde la disposición de agua es escasa, en las que es posible la perforación de pozos. Asimismo, este sistema debe ser considerado en los escenarios de casas dispersas con capacidades y recursos, tanto con escasa disposición de agua, como con suficiente disposición de agua, cuando las fuentes de agua, que no requieren tratamiento, se encuentran cuenca abajo. Es indispensable considerar aspectos técnicos del entorno de la localidad, como son: que cuenten con servicio de energía eléctrico u otro tipo de energía; las características fisicoquímicas del agua para asegurar que no se requiera de ningún tipo de tratamiento adicional y se garantice acceso al agua de calidad; por último, la adaptación del sistema a las necesidades de la comunidad. También es recomendable que, en las comunidades que tengan este tipo de sistema de abastecimiento, se tenga como sistema complementario la cosecha de agua de lluvia.