Un sistema de saneamiento es un proceso de varios pasos, en el cual las excretas humanas y las aguas residuales son gestionadas desde el punto de generación hasta el punto de uso o disposición final.
Un sistema de saneamiento está conformado por una serie de tecnologías y servicios específicos para cada contexto, según el manejo de estos residuos (o recursos); o sea, para su recolección, almacenamiento, transporte, transformación, uso o disposición final.
Un sistema de saneamiento está compuesto por productos (desechos) que viajan a través de grupos funcionales, los cuales contienen tecnologías que pueden seleccionarse según el contexto. Al seleccionar una tecnología para cada producto de cada grupo funcional aplicable se puede diseñar un sistema de saneamiento lógico. Un sistema de saneamiento también incluye la gestión, la operación y el mantenimiento (O&M) necesarios para garantizar que el sistema funcione de manera segura y sostenible.
Un esquema de sistema de saneamiento define un conjunto de combinaciones de tecnologías compatibles del cual se puede diseñar un sistema. Esta herramienta presenta 7 sistemas de saneamiento que son viables en las zonas rurales de México y los grupos funcionales que la componen son los siguientes:
Interfase del usuario: describe todo tipo de sanitario, de pedestal (taza), placa turca o mingitorio con que las personas entran en contacto; es la forma en que éstas tienen acceso al sistema de saneamiento. La selección de la tecnología en la interfase de usuario dependerá́ de la disponibilidad de agua. Es importante hacer notar que las aguas grises y las aguas pluviales no se originan en la interfase del usuario, pero pueden ser tratadas junto con los productos que se originan en la interfase del usuario.
Recolección y almacenamiento/tratamiento: describe las formas de recolectar, almacenar, y a veces, tratar los productos que se generan en la interfase del usuario. El tratamiento que proporcionan estas tecnologías es a menudo una función de almacenamiento y es usualmente pasivo (p.ej. sin aporte de energía). Por lo tanto, los productos “tratados” por estas tecnologías a menudo requieren tratamiento adicional antes de su uso o disposición final.
Conducción: describe el transporte de productos desde un grupo funcional a otro. Aunque hay productos que pueden requerir ser transportados de varias maneras entre grupos funcionales, el recorrido más largo y más importante está entre la recolección y almacenamiento/tratamiento, y el tratamiento (semi)centralizado. Por lo tanto, para simplificar, la conducción se limita a describir las tecnologías utilizadas para transportar productos entre estos grupos funcionales.
Tratamiento (semi)centralizado: se refiere a las tecnologías de tratamiento que son generalmente apropiadas para grupos grandes de usuarios (p.ej. viviendas múltiples, barrios o colonias). La operación, el mantenimiento y los requerimientos de energía para las tecnologías dentro de este grupo funcional son más intensivos.
Uso y/o disposición final: se refiere a los métodos en los cuales los productos son finalmente reincorporados al medio ambiente ya sea como recursos útiles o como materiales de riesgo reducido. Adicionalmente, los productos pueden ser reciclados en el sistema (p.ej. el uso de aguas grises tratadas para el sanitario).